jueves, 9 de agosto de 2012

PLAZA DE DALÍ.



















                                       La Plaza de Dalí o Avenida de Felipe II más que una plaza resulta ser un espacio complejo, de gran valor en el contexto urbano del centro de Madrid. A pesar de ello se trata de un espacio mal pavimentado y muy deficitario, donde la estancia de los ciudadanos hoy resulta inconfortable. Otra realidad condiciona gravemente la solución. Unos grandes almacenes situados en la zona han ocupado toda la superficie del subsuelo con un aparcamiento subterráneo cuyos límites exceden incluso los de la actuación. La proximidad a la superficie de los mismos hace difícil la presencia de cualquier elemento arbolado. Una obra de Salvador Dalí, cuyo mantenimiento resulta obligado, se localiza en uno de los extremos de la plaza, justo delante del acceso al Palacio de Deportes de la ciudad recientemente transformado y que se sitúa en un extremo como fondo de la actuación.
         Cuando se abrió la Calle se llamó Plaza de Toros, porque conducía al antiguo coso, situado donde está hoy el Palacio de Deportes, construido en 1874 y derribado en 1934.
  






                                          

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