lunes, 5 de diciembre de 2011

LAS FLORES DEL TEIDE


La flora del Parque Nacional del Teide constituye un capítulo importante. Sólo la cúspide del Teide y aquellas coladas muy jóvenes que aún no han sido degradadas, son prácticamente estériles. El resto del paisaje volcánico se encuentra invadido por un mundo vegetal completamente adaptado a las rigurosas condiciones de existencia que imperan a estas alturas. La mayoría de estas plantas son genuinamente canarias (unas 50), y muchas de ellas son endemismos casi exclusivos de este Parque Nacional (15).
La planta más característica y dominante es la "retama del Teide" (Spartocytisus supranubius), que en primavera se cubre de flores blancorosáceas dando una nueva tonalidad al paisaje. Arbusto vigoroso y muy ramificado, de hasta 2 m de altura. Hojas pequeñas, en grupos de tres, caducas y de color verde - grisáceo. Sus flores son blancas y se disponen en racimos densos, muy olorosos. Su fruto, una legumbre negra, contiene de 4 a 6 semillas. Planta melífera que se utilizó también para la obtención de carbón y como especie forrajera. Caracteriza al retamar, formación vegetal predominante en las Cañadas; su nombre supranubius alude a su distribución exclusiva en la alta montaña canaria. Es un endemismo Canario.
Muy vistosa por sus flores amarillas es la "hierva pajonera" (Descourainia Bourgaeana), que al secarse sus inflorescencias forma llamativos matorrales pulvinulares de color pajizo. La "margaza" o "margarita del Teide" (Argyanthemun teneriffae), el "alhelí" del Teide (Erysimum scoparium) y el "codeso" (Adenocarpus viscosus) de olor característico y flores amarillas, son también especies frecuentes y vistosas.

Sin embargo, la atención del visitante la capta el "tajinaste rojo" (Echium wildpretii), barraginácea que alcanza los 3 m. de altura formado un racimo piramidal repleto de flores rojas, al que le hemos dedicado un hilo aparte. Asimismo destaca por la delicadeza y suavidad de sus colores una diminuta planta descrita por Alexander von Humboldt: al "violeta del Teide" (Viola cheiranthifolia), que habita en sus laderas y los altos de Guajara bajo condiciones climáticas verdaderamente extremas. Florece precisamente aprovechando las aguas de deshielo de la nieve.

La flora más variada y donde se encuentran las especies más raras, es precisamente aquella que habita en los riscos, fisuras y grietas de las paredes del circo, la parte más antigua dentro del Parque. Aquí se refugió del acoso de los ganados y el efecto de las erupciones que tuvieron lugar en el atrio de las cañadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una belleza. Fotografias maravillosas. Julia desde Madrid